Cuando llego a Popayán, lo que más me
sorprende es la amabilidad de la gente. Cada vez que pregunto por una
calle o un hostel, la gente se moviliza...si no lo saben, preguntan a
los que hay alrededor, en las tiendas salen a la calle para indicarme
y si lo conocen, me acaban acompañando un ratito!
Popayán es otra de esas ciudades
blancas en las que se está tan agusto porque todo se ve tan
limpio...aunque a parte del centro, no hay mucho más que ver.
Plaza Central |
La Ermita |
Sin embargo, acabo pasando más dias de
los previstos...y es que mi muela del juicio no me deja
mover....Acabo pasando por la dentista, la Doctora Raquel. Y aunque
ir al dentista,creo que no es agradable en ningún lugar del mundo...
aquí en sudamérica te despiden con un abracito....y al menos eso
reconforta!.
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