Se supone que los
buses de Guatemala son muy incómodos, van atestados de gente,
animales y cargas de todo tipo y tardan horas y horas (por eso se les
llama Chicken Bus) Por eso casi todos nos acabamos moviendo con
transporte contratado. Sin embargo, los transportes contratados
(shuttles) no son mucho mejor...los asientos son duros, los gases
entran dentro del vehículo y tampoco vamos demasiado anchos. Esta
vez, las 8 horas para llegar a Semuc Champey se hacen bastante
laaaaaargas....
Aunque entre curva y
curva, mi vista se alegra con un paisaje precioso, lleno de montañas
y muy verde.
Llego al Hostal
Zephyrs, y cuando me enseñan donde voy a dormir tengo unos
pensamientos enfrentados: “ a ver, dame un cuarto terminado, donde
haya paredes” y “bueno, puede ser una experiencia lo de dormir al
aire libre...”. Al final opto por la segunda opción....
Y la verdad, es que
vale la pena: abrir los ojos por la mañana y tener delante de ti un
paisaje así, vale la pena. (aunque también tengo que decir que en el hostel, por la noche, habia demasiado fiesta, gente muy joven y demasiado borrachos)
Sin embargo, el
tiempo sigue sin acompañar y no me encuentro con ánimos de hacer la
actividad por la que todo el mundo viene a Semuc Champey. Y es que
con lluvia no me apetece nada meterme en unas piscinas naturales, que
tienen que ser preciosas. Y es que, para que yo pueda disfrutar,
necesito un poco más de calorcito....
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