Hoy es jueves, y
tanto los jueves como los domingos, se celebra uno de los mercados
más grandes de América Latina en Chichicastenango...si, después de
repetirlo no pocas veces, ya soy capaz de acabar este nombre y no
quedarme en las dos primeras sílabas....jajaja
Mis expectativas no
son demasiado altas. Cada país tiene unos cuantos mercados con
productos repetidos incluso desde Bolivia...y si encima no puedo
comprar nada, el mercado no es igual de interesante.
Paseo por los
pequeños pasadizos, abarrotados de colores, “que le sirvo, Seño?”,
venta de flores por la proximidad del dia de Todos los Santos,
turístas, gallinas y cerdos...
De repente me
encuentro en las escalinatas de la Iglesia. Hay un ambiente muy
místico y no puedo evitar pararme un buen rato para observar lo que
allí ocurre: la iglesia es católica, pero allí conviven con las
costumbres Mayas, los indígenas queman incienso dentro de la
iglesia, se queman velas para celebrar los ritos, no hay bancos y la
gente está sentada en el suelo, familias principalmente rezando por
su salud o por la de un familiar....En el corazón de este mercado
palpita la energía de la tradición.
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